Me acaba de pasar algo curioso: después de visitar la página última de Mbappé el futbolista que todo apunta a que sea un nuevo crack mediático, contando para ello con el apoyo incondicional de los grandes creadores de opinión que en cada país suele ser el club con más galardones, lo miré sin que recibiera una gran excitación en estas últimas fotos.
Y luego me pasé a una página que no tenía nada que ver con Kylyan, la del Betis, un club que también suele caer bien salvo para sus rivales directos. Fue ahí donde me tropecé, entre otros con Riza Durmisi, en la página 5 y el shock fue brutal.
Ahí estaba el hombre, el macho, no tan popular, no tan mediático, pero que en un foro gay encendía todas mis alarmas.
No deja de ser una impresión mía, y puede que para muchos no resulte válida, pero creo que nos hace falta empezar a mirar por encima del ruido y de los insoportables intereses económicos.
Kylyan me sigue pareciendo un portento físico y seguramente sexual, por si no me expliqué bien.