Tattoes adecuados, cuerpo sudado, mirada interrogadora, cuerpo fibrado, rostro muy masculino, intenso aire viril, así es como reconocemos la presencia o la cercanía de un macho como él, piccini, piccini, por lo que nos señala la pieza que más nos entusiasma de él que, lleva colgando, y puesto casi el mismo nombre suyo: PICCINI PICCINI o quizá Pitón.
Así, perfectamente aceitado es como lo imaginamos justo antes de que se incorpore de la camilla, se desprenda de la última tela que nos impide disfrutar del espectáculo de sus genitales ardientes, generosos, pidiéndonos hueco.