Después de hablar de tan grandes voces italianas, Mario del Monaco, Renata Tebaldi, Giulietta Simionato, creo que sin duda llega el momento de hablar del gran Giuseppe, "Pippo", Di Stefano, una de las voces más hermosas de la ópera de posguerra, apodado "la voz de oro" o "el tenor con la voz más hermosa".


Nacido en un pequeño pueblo de Sicilia, en 1921, Giuseppe di Stefano comienza pronto su formación musical, al ser animado a cantar durante sus estudios en un seminario jesuita, estudios que prolonga luego en Milán con A. Torchio y L. Montesanto.

En 1946 debuta en el teatro municipal de Reggio Emilia cantando el papel del caballero Des Grieux en la Manon de Massenet, papel con el que realiza un tempranísimo debut en La Scala al año siguiente, y que mantendrá como fetiche durante su carrera.

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En seguida también, realiza su debut americano en el Metropolitan de Nueva York, donde su voz de tenor lírico encandila con un sensacional Duque en Rigoletto, casa a la que permanecerá unido durante muchos años (a pesar de una ausencia entre 1952 y 1955, debido a problemas contractuales). En particular, se le recuerda como un gran Fausto en la versión de Gounod, ópera que fue radiada y de la cual el propio Rudolf Bing, mánager del Met en el momento, relató en sus propias memorias que pudo escuchar el "sonido más bello que he escuchado durante toda mi carrera", al emitir Di Stefano un hermoso Do sostenido terminado en un suave pianissimo, marca de la casa.
Faust:
-9uRMplmuqA
Rigoletto:
qhVgUFiCJnQ
Quizás sea precisamente su primera época como tenor la más gloriosa de su carrera, etapa en la que enfrentó papeles líricos como los citados Des Grieux, Faust o el Duque de Mantua, con otros como Nemorino en L'elisir d'amore, Elvino en La sonnambula o Nadir en Los pescadores de perlas.
L'elisir d'amore:
bVjS3VKpZ8o
Les Pêcheurs de Perles:
nl5c6ClodOo
En 1953, el productor musical Walter Legge buscaba un tenor para acompañar de manera ideal a su nueve estrella en EMI: Maria Callas, con la que pretendía grabar todo su repertorio italiano. No pudo encontrar mejor pareja que Giuseppe Di Stefano, y juntos grabaron infinidad de óperas (desde Lucia di Lammermoor o La Bohème hasta Un ballo in maschera o Il trovatore, pasando por Manon Lescaut, Pagliacci o Cavalleria rusticana) y representaron varias también, aunque compartieron menos la escena que el estudio de grabación. Al dúo solía unirse el gran barítono italiano Tito Gobbi, como en el gran registro (más por el mito que por la calidad, todo hay que decirlo) de Tosca dirigida por Victor de Sabata.

Lucia di Lammermoor:
MJdutxhY7Qg
La Bohème:
1147096
Un ballo in maschera:
YaMOhWMhfjc
Tosca:
uEjwKSWFZu8

Además de una gran relación profesional y una duradera amistad, Giuseppe Di Stefano y Maria Callas desarrollaron un interés amoroso que permaneció en el corazón del tenor hasta pasada la muerte de la legendaria soprano. En 1973 realizaron una gira de conciertos en la que ambos regresaban al panorama musical después de muchos años de retiro. La gira fue cancelada por problemas vocales y evidenció la mala forma vocal de ambos, pero sirvió para mantener vivo el mito durante mucho tiempo.

Dúo de Cavalleria rusticana en la gira final con Maria Callas:
P4cDcfYBDj0
Es un hecho que mediados los años 60 Giuseppe Di Stefano había dado por terminada su carrera musical, algo sorprendente vista la longevidad de la mayoría de sus contemporáneos. La explicación a su prematura fatiga vocal reside en que, en los años de esplendor del tenor, los años 50, estaba de moda el llamado "tenor assoluto", es decir, aquél que podía cantar igualmente obras de registro lírico que dramático, y Di Stefano sucumbió a la moda, cantando papeles de peso como Don José en Carmen, Cavaradossi en Tosca (con la que debutó en el Covent Garden de Londres en 1961), Manrico en Il trovatore, Radamès en Aida o Don Alvaro en La forza del destino, lo que unido a una fuerte adicción al tabaco terminó por arruinar su delicado pero portentoso registro vocal.
Tosca:
LXjDHcymTAQ
Il trovatore:
adJfAmbjAuQ

Tras muchos años de ausencia de los escenarios, Giuseppe di Stefano dio por terminada su carrera operística con el testimonial papel del Emperador en Turandot, en 1992.
Como Calaf:
yvyWpLZalE8
Por desgracia, Giuseppe di Stefano fue salvajemente atacado por unos asaltantes desconocidos durante unas vacaciones en Kenia, en 2004, y permaneció en coma hasta su fallecimiento en 2008, cuando falleció en su casa de las cercanías de Milán.
8QALvK4wRwQ


A pesar de su prematuro retiro profesional, el legado artístico de Di Stefano es innegable, y será siempre recordado como el tenor ideal de Maria Callas, así como un excelente tenor lírico en el que se han mirado como espejo multitud de tenores actuales, como Luciano Pavarotti o José Carreras, quienes han manifestado de manera explícita su admiración por el cantante.
El Requiem de Verdi:
5TJlv4Ta1Q0



Nacido en un pequeño pueblo de Sicilia, en 1921, Giuseppe di Stefano comienza pronto su formación musical, al ser animado a cantar durante sus estudios en un seminario jesuita, estudios que prolonga luego en Milán con A. Torchio y L. Montesanto.
En 1946 debuta en el teatro municipal de Reggio Emilia cantando el papel del caballero Des Grieux en la Manon de Massenet, papel con el que realiza un tempranísimo debut en La Scala al año siguiente, y que mantendrá como fetiche durante su carrera.

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En seguida también, realiza su debut americano en el Metropolitan de Nueva York, donde su voz de tenor lírico encandila con un sensacional Duque en Rigoletto, casa a la que permanecerá unido durante muchos años (a pesar de una ausencia entre 1952 y 1955, debido a problemas contractuales). En particular, se le recuerda como un gran Fausto en la versión de Gounod, ópera que fue radiada y de la cual el propio Rudolf Bing, mánager del Met en el momento, relató en sus propias memorias que pudo escuchar el "sonido más bello que he escuchado durante toda mi carrera", al emitir Di Stefano un hermoso Do sostenido terminado en un suave pianissimo, marca de la casa.
Faust:
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Rigoletto:
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Quizás sea precisamente su primera época como tenor la más gloriosa de su carrera, etapa en la que enfrentó papeles líricos como los citados Des Grieux, Faust o el Duque de Mantua, con otros como Nemorino en L'elisir d'amore, Elvino en La sonnambula o Nadir en Los pescadores de perlas.
L'elisir d'amore:
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Les Pêcheurs de Perles:
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En 1953, el productor musical Walter Legge buscaba un tenor para acompañar de manera ideal a su nueve estrella en EMI: Maria Callas, con la que pretendía grabar todo su repertorio italiano. No pudo encontrar mejor pareja que Giuseppe Di Stefano, y juntos grabaron infinidad de óperas (desde Lucia di Lammermoor o La Bohème hasta Un ballo in maschera o Il trovatore, pasando por Manon Lescaut, Pagliacci o Cavalleria rusticana) y representaron varias también, aunque compartieron menos la escena que el estudio de grabación. Al dúo solía unirse el gran barítono italiano Tito Gobbi, como en el gran registro (más por el mito que por la calidad, todo hay que decirlo) de Tosca dirigida por Victor de Sabata.

Lucia di Lammermoor:
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La Bohème:
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Un ballo in maschera:
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Tosca:
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Además de una gran relación profesional y una duradera amistad, Giuseppe Di Stefano y Maria Callas desarrollaron un interés amoroso que permaneció en el corazón del tenor hasta pasada la muerte de la legendaria soprano. En 1973 realizaron una gira de conciertos en la que ambos regresaban al panorama musical después de muchos años de retiro. La gira fue cancelada por problemas vocales y evidenció la mala forma vocal de ambos, pero sirvió para mantener vivo el mito durante mucho tiempo.
Dúo de Cavalleria rusticana en la gira final con Maria Callas:
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Es un hecho que mediados los años 60 Giuseppe Di Stefano había dado por terminada su carrera musical, algo sorprendente vista la longevidad de la mayoría de sus contemporáneos. La explicación a su prematura fatiga vocal reside en que, en los años de esplendor del tenor, los años 50, estaba de moda el llamado "tenor assoluto", es decir, aquél que podía cantar igualmente obras de registro lírico que dramático, y Di Stefano sucumbió a la moda, cantando papeles de peso como Don José en Carmen, Cavaradossi en Tosca (con la que debutó en el Covent Garden de Londres en 1961), Manrico en Il trovatore, Radamès en Aida o Don Alvaro en La forza del destino, lo que unido a una fuerte adicción al tabaco terminó por arruinar su delicado pero portentoso registro vocal.
Tosca:
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Il trovatore:
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Tras muchos años de ausencia de los escenarios, Giuseppe di Stefano dio por terminada su carrera operística con el testimonial papel del Emperador en Turandot, en 1992.
Como Calaf:
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Por desgracia, Giuseppe di Stefano fue salvajemente atacado por unos asaltantes desconocidos durante unas vacaciones en Kenia, en 2004, y permaneció en coma hasta su fallecimiento en 2008, cuando falleció en su casa de las cercanías de Milán.
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A pesar de su prematuro retiro profesional, el legado artístico de Di Stefano es innegable, y será siempre recordado como el tenor ideal de Maria Callas, así como un excelente tenor lírico en el que se han mirado como espejo multitud de tenores actuales, como Luciano Pavarotti o José Carreras, quienes han manifestado de manera explícita su admiración por el cantante.
El Requiem de Verdi:
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