Resultados preliminares de un estudio sobre información y actitudes de HSH ante el sida y las pruebas de detección del VIH, revelan la persistencia de imágenes negativas como la muerte entorno al padecimiento.
De acuerdo con los resultados preliminares del estudio “Información y actitudes de hombres que tienen Sexo con Hombres (HSH), Hombres Gays (HG) y Jóvenes Gays (JG)”, realizado por la Agencia de Noticias sobre Diversidad Sexual (Anodis.com), el VIH/Sida aún se encuentra asociado a imágenes y sentimientos negativos como enfermedad, muerte, culpabilidad, sufrimiento, soledad y tristeza.
La causa de estos pensamientos puede ser, de acuerdo con Ericka Villegas, de la línea de orientación telefónica Diversitel, que “las personas asocian todavía el VIH/Sida con la promiscuidad; como si la persona fuera culpable de su condición y mereciera ser discriminada”, señaló.
“Cuando apareció el Sida, nos bombardearon con imágenes negativas de gente con problemas respiratorios, depresivos y síntomas que hicieron ver la enfermedad como la peor del mundo”, indicó uno de los participantes en el estudio
“Cuando pienso en Sida, la imagen que me viene a la mente es la de un enfermo. Me imagino a un hombre solo, arrinconado, no es porque sea gay, pero así me lo imaginé, y con la incertidumbre de que tiene los días contados”, comentó otro de los HSH participantes.
La perspectiva no cambia cuando se descubre que se es portador del virus. Este es el testimonio de Christian, una persona que vive con el VIH (PVVIH): “a mí me diagnosticaron el virus en el 2003, sin embargo, creo que la imagen de muerte no cambia mucho. Previo a la prueba pensaba que si confirmaba que era positivo me quedaban dos o tres años de vida a lo mucho. Sabía de la existencia de antirretrovirales, pero no exactamente cómo funcionaban y cuál era la expectativa de vida con su uso. Cuando me enteré decidí no seguir estudiando, cortar con todo, porque pensé que no tenía caso”, reveló.
Para David Alvarado Jiménez, de la Fundación Mexicana de Lucha contra el Sida, las campañas de prevención de la enfermedad la han hecho visible, contrarrestando las negaciones hechas por algunos escépticos, no obstante “lo que ha fallado es el contexto, la cantidad, su alcance; el presupuesto y sus limitaciones, el tipo de personas a las que llegan. Se necesitarían más campañas que lleguen a la población en general con énfasis en prevención y protección de la salud”.
Vidcar Montiel, coordinador del programa de prevención del VIH Sida en HSH “Acción H”, sugiere que las campañas deben tomar otro rumbo: “Hay que cambiar la concepción del Sida de tal forma que no se asocie con muerte. En lugar de hacer campañas de prevención, se deberían enfocar al placer; que incluyan sectores específicos”, aseveró.
También existen opiniones “positivas” con respecto a la enfermedad, en el sentido de que las personas que viven con VIH están conscientes de que sus días están contados y por eso, viven más intensamente que nunca.
Esto opina uno de los jóvenes participantes en la investigación: “El hecho de saber que tus últimos días están por pasar te cambia la vida, es una oportunidad para valorarla. Todo lo que ya habías hecho o te quede por hacer. Quizá muchos pensamos que vamos a vivir para siempre y no vivimos un día a la vez. Quizá ninguna persona podría vivir con esa pasión”.
Para Francisco López, del Centro de Capacitación y Apoyo Sexológico Humanista (CECASH), esta situación es reflejada por el carácter de cada persona, pues no todas reaccionan igual ante el conocimiento de que son portadores del virus: “La persona que se reconstruye desde el virus tiene la responsabilidad de hacerlo hacia una perspectiva positiva: salud, nuevos hábitos de vida, etc. Aunque también se da lo negativo: se dejan morir”.
No obstante, uno de los problemas que más preocupa a los especialistas es que actualmente, los más jóvenes conciben al virus como un padecimiento crónico y no mortal, por lo que minimizan e incluso niegan la magnitud de la situación. Ello da pie, explican, a que tengan más prácticas sexuales de riesgo o sin condón, pues “no les preocupa infectarse, ya que según ellos, existen medicamentos para controlar el virus”, agrega Francisco López.
El estudio fue realizado del 5 al 15 de Agosto del presente año a través de ocho microsesiones con HSH y jóvenes gays con el objetivo de investigar los factores socioculturales que inciden para que esta población no se realicen o retrasen la prueba de detección del VIH, a pesar de haber sostenido prácticas sexuales de riesgo.
Los temas abordados fueron la percepción y conocimiento de los HSH sobre VIH/Sida, las actitudes e imágenes hacia las personas que viven con VIH, así como los sentimientos y emociones frente a la realización de las pruebas de detección.
Como vemos el Sida aun sigue siendo una imagen negativa para el mundo gay; ademas de un sinonimo de muerte instantanea para algunos, pero es bueno que conozcamos y nos informemos mas acerca de estos temas para conocer y comprender mejor a las personas que padecen de esta enfermedad.
De acuerdo con los resultados preliminares del estudio “Información y actitudes de hombres que tienen Sexo con Hombres (HSH), Hombres Gays (HG) y Jóvenes Gays (JG)”, realizado por la Agencia de Noticias sobre Diversidad Sexual (Anodis.com), el VIH/Sida aún se encuentra asociado a imágenes y sentimientos negativos como enfermedad, muerte, culpabilidad, sufrimiento, soledad y tristeza.
La causa de estos pensamientos puede ser, de acuerdo con Ericka Villegas, de la línea de orientación telefónica Diversitel, que “las personas asocian todavía el VIH/Sida con la promiscuidad; como si la persona fuera culpable de su condición y mereciera ser discriminada”, señaló.
“Cuando apareció el Sida, nos bombardearon con imágenes negativas de gente con problemas respiratorios, depresivos y síntomas que hicieron ver la enfermedad como la peor del mundo”, indicó uno de los participantes en el estudio
“Cuando pienso en Sida, la imagen que me viene a la mente es la de un enfermo. Me imagino a un hombre solo, arrinconado, no es porque sea gay, pero así me lo imaginé, y con la incertidumbre de que tiene los días contados”, comentó otro de los HSH participantes.
La perspectiva no cambia cuando se descubre que se es portador del virus. Este es el testimonio de Christian, una persona que vive con el VIH (PVVIH): “a mí me diagnosticaron el virus en el 2003, sin embargo, creo que la imagen de muerte no cambia mucho. Previo a la prueba pensaba que si confirmaba que era positivo me quedaban dos o tres años de vida a lo mucho. Sabía de la existencia de antirretrovirales, pero no exactamente cómo funcionaban y cuál era la expectativa de vida con su uso. Cuando me enteré decidí no seguir estudiando, cortar con todo, porque pensé que no tenía caso”, reveló.
Para David Alvarado Jiménez, de la Fundación Mexicana de Lucha contra el Sida, las campañas de prevención de la enfermedad la han hecho visible, contrarrestando las negaciones hechas por algunos escépticos, no obstante “lo que ha fallado es el contexto, la cantidad, su alcance; el presupuesto y sus limitaciones, el tipo de personas a las que llegan. Se necesitarían más campañas que lleguen a la población en general con énfasis en prevención y protección de la salud”.
Vidcar Montiel, coordinador del programa de prevención del VIH Sida en HSH “Acción H”, sugiere que las campañas deben tomar otro rumbo: “Hay que cambiar la concepción del Sida de tal forma que no se asocie con muerte. En lugar de hacer campañas de prevención, se deberían enfocar al placer; que incluyan sectores específicos”, aseveró.
También existen opiniones “positivas” con respecto a la enfermedad, en el sentido de que las personas que viven con VIH están conscientes de que sus días están contados y por eso, viven más intensamente que nunca.
Esto opina uno de los jóvenes participantes en la investigación: “El hecho de saber que tus últimos días están por pasar te cambia la vida, es una oportunidad para valorarla. Todo lo que ya habías hecho o te quede por hacer. Quizá muchos pensamos que vamos a vivir para siempre y no vivimos un día a la vez. Quizá ninguna persona podría vivir con esa pasión”.
Para Francisco López, del Centro de Capacitación y Apoyo Sexológico Humanista (CECASH), esta situación es reflejada por el carácter de cada persona, pues no todas reaccionan igual ante el conocimiento de que son portadores del virus: “La persona que se reconstruye desde el virus tiene la responsabilidad de hacerlo hacia una perspectiva positiva: salud, nuevos hábitos de vida, etc. Aunque también se da lo negativo: se dejan morir”.
No obstante, uno de los problemas que más preocupa a los especialistas es que actualmente, los más jóvenes conciben al virus como un padecimiento crónico y no mortal, por lo que minimizan e incluso niegan la magnitud de la situación. Ello da pie, explican, a que tengan más prácticas sexuales de riesgo o sin condón, pues “no les preocupa infectarse, ya que según ellos, existen medicamentos para controlar el virus”, agrega Francisco López.
El estudio fue realizado del 5 al 15 de Agosto del presente año a través de ocho microsesiones con HSH y jóvenes gays con el objetivo de investigar los factores socioculturales que inciden para que esta población no se realicen o retrasen la prueba de detección del VIH, a pesar de haber sostenido prácticas sexuales de riesgo.
Los temas abordados fueron la percepción y conocimiento de los HSH sobre VIH/Sida, las actitudes e imágenes hacia las personas que viven con VIH, así como los sentimientos y emociones frente a la realización de las pruebas de detección.
Como vemos el Sida aun sigue siendo una imagen negativa para el mundo gay; ademas de un sinonimo de muerte instantanea para algunos, pero es bueno que conozcamos y nos informemos mas acerca de estos temas para conocer y comprender mejor a las personas que padecen de esta enfermedad.




