¡Qué cosa más fascinante! Creo que estoy enamorado, bellísimo, tal cual me gustan: pelo y ojos oscuros y profundos, vello en el pecho, uf, no hay derecho a ser tan lindo.
"(...) Y allí, en una cama mísera y vulgar
poseí el cuerpo del amor, poseí los labios
sensuales y sonrosados por el vino-
sonrosados de tanto vino que incluso ahora,
cuando escribo, después de tantos años,
en mi casa solitaria, vuelvo a embriagarme." CAVAFIS, UNA NOCHE, 1915