El hombre se encontraba agarrado a una balaustrada en todo lo alto de la columnata de la Basílica de San Pedro, mientras que el jefe de la Iglesia Católica presidía la ceremonia.
Tras una larga charla, dos miembros de la Gendarmería vaticana y otros agentes lograron convencerle para que depusiera su actitud y se entregara.
Según han declarado fuentes oficiales del Vaticano, el perturbador fue identificado como un ciudadano de nacionalidad rumana, quien ya había realizado actos similares en varias ciudades de Europa.
A mi me gustaria que quemaran el coran en la meca a ver si son tan valientes


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