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Dios y tú...

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ivanespido
Un último apunte, Valmont, pues tu consideración me parece muy interesante. "El hombre debe buscar el bien y evitar el mal", dices, yo creo que en eso te equivocas. Si uno se esfuerza en buscar tan solo una parte de la vida y en negar la otra, ¿qué consigue con ello? ¿La perfección? Ambos sabemos que eso no existe. O quizás exista, pero la buscamos en el lugar equivocado. Yo no creo en los santos tal y como nos los venden. Yo creo que un santo, una persona elevada espiritualmente, no es aquella que ha logrado "vencer" sus pecados, sus tentaciones, al mismísimo demonio, sino aquel que ha conseguido tal equilibrio entre ambos lados de su vida que lo puede otear todo desde la misma distancia, con amor infinito. Es, entonces, un maestro.

Vuelvo al tema de la búsqueda. No se trataría, entonces, de enfocar nuestra meta en el "bien", porque de nuevo ese "bien" es extremadamente variable, sino en aceptar nuestro "buen" lado humano del mismo modo que el "malo". Por experiencia sé que aquellos miedos que dominan nuestra vida se crecen y más nos dominan cuanta más oscuridad queremos ponerles encima, es decir, cuanto más negamos algo que no nos gusta de nosotros mismos (y digo bien: "no nos gusta", no que sea "malo"), más dominará nuestra vida, en forma de obsesión. Un fantasma pierde su fuerza cuando sobre él pones un foco de luz. Entonces a los miedos, a nuestras "maldades", hay que iluminarlas con la única luz que posee el ser humano: con la consciencia. Ajá, estás ahí, eres parte de mí y por algo estás ahí. Quizás me has protegido de algún peligro, quizás me protejas aún, pero ahora, como miedo, ya no me ayudas a crecer. Eres parte de mí y como tal me ayudas a ser, hoy, tal y como soy, pero no quiero que me domines.

¿Por qué huir entonces del lado "malo" de la vida? Creo que la cuestión está mal planteada. No hay que huir del "mal", ni buscar el "bien", sino caminar de la mano de ambos, sin que ninguna de estas fantasías domine nuestra vida.
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Valmont
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ivanespido escribió:Un último apunte, Valmont, pues tu consideración me parece muy interesante. "El hombre debe buscar el bien y evitar el mal", de la mano de ambos, sin que ninguna de estas fantasías domine nuestra vida.


Confiesso Ivanespido que comprendo muy mal tus conceptos eticos y religiosos. Naturalmente respecho tu pensamiento religioso que se me antoja mucho "New Age" para mi gusto, todavia tu pensamiento etico, no, nos es aceptable intelectualmente.

Las acciones humanas en sociedad deben guiarse por valores eticos,"valores otorgados a nuestras acciónes, cuando motivadas por una comprensión del entorno y de las personas, y ejercidos con empatía, la capacidad cognitiva (moral) de percibir lo que un individuo diferente puede sentir." El mal es su contrario.

Mismo relativos, buscar el bien y evitar el mal es un deber de todos los Hombres en sociedad.

Un saludo.
ivanespido
Valmont escribió:Mismo relativos, buscar el bien y evitar el mal es un deber de todos los Hombres en sociedad.


Muchas gracias por tu respuesta, Valmont. Y ahora, una pregunta: ¿Por qué?
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Valmont
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ivanespido escribió:Muchas gracias por tu respuesta, Valmont. Y ahora, una pregunta: ¿Por qué?


¿Por qué el deber de buscar el Bien y evitar el Mal?

Si yo fuera creyente tendria una respuesta para tu pergunta. Todavia no lo soy y portanto no tengo respuesta. La sola que me ocurre es "por imperativo categorico", pero admito esa no es una respuesta valida.


"Imperativo categórico, (Concepto de Kant), es una obligación absoluta e incondicional, que ejerce su autoridad en todas las circunstancias, ya que es autosuficiente y no necesita justificación externa.Según Kant, las morales anteriores se basaban en "imperativos hipoteticos", con lo cual no eran de obligado cumplimiento en cualquier situación y desde cualquier planteamiento moral, religioso o ideológico. Un imperativo hipotético, al contrario de los imperativos categoricos, llevaría a una acción en determinadas circunstancias (por ejemplo "si quiero el bien común, no debo cometer un asesinato"), de manera tal que quien no comparta la condición ("querer el bien común") no se ve obligado por esa clase de imperativos."
Maximoo
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Idamante escribió:
Una cosa es Dios y otra bien distinta es Jesucristo. Una cosa es ser cristiano y otra bien distinta es ser católico. Una cosa es la Iglesia Católica y otra las demás iglesias. Una cosa es la Iglesia Católica "con mayúsculas" (por poco que le guste el término a alguno), la de la jerarquía, y otra bien distinta la iglesia con minúscula (la de la comunidad de fieles reunidos en oración). Una cosa es la leyenda negra de la Iglesia Católica y otra muy distinta es la plural realidad que ofrece esta iglesia. Una cosa es la carga subjetiva de nuestro pasado en el nacional-catolicismo y otra la realidad de la religión.

Por eso es bueno no mezclar las cosas.

Ahora bien, hay un tema que tiende a salir en estos asuntos y que me tiene perplejo, y es ese de una religión a la medida de cada cual. Si uno es católico (y no digo cristiano) no hay homosexualidad que valga. Uno está en pecado, porque incumple el sexto mandamiento. Y no vale eso de que a mí me parece, yo creo, yo opino,...

La Iglesia católica es como la democracia. En ésta la soberanía reside en el pueblo. Pero aparte de ser una frase hecha, poca sustancia más se puede sacar, porque todo está construido para que la voz del pueblo quede lejana y ahogada bajo todo el aparato político, administrativo, etc. que se ha construido en torno a ella. Si uno incumple la ley y va ante el juez, no podrá argumentar que desde su punto de vista dicha ley se puede interpretar en tal o en cual sentido, sino que será el juez el que haga su valoración e imponga su criterio interpretativo, por poco cerebro e inteligencia que tenga el que emite tal juicio.

Con la Iglesia Católica pasa lo mismo. Hay quienes dictan las normas y hay quienes deben cumplirlas, por mucho que se suponga que la verdadera iglesia es la comunidad de fieles y el mensaje evangélico la piedra central de toda esa religión.

Porque si yo interpreto las cosas a mi estilo y conveniencia, ¿por qué me integro en tal o cual estructura religiosa? ¿para saltarme las reglas a mi conveniencia? No se trata de hacer un coctel a mi gusto, con unos ingredientes más o menos seleccionados.

Pero, evidentemente, esto sólo es un punto de vista.


La verdad es que el grado metafísico que está alcanzando la discusión, se escapa de mi capacidad, y no puedo por tanto aportar más conocimiento filosófico o epistemológico.
Es por ello Idamante, que primero a tí y después a Ivanespido os contestaré símplemente desde el pensamiento de un Católico.
Y te expongo como tal que Dios y Jesucristo no tienen nada en absoluto de distintos: son la misma persona. Jesucristo es Dios, y Dios se encarna en el hombre a través de la figura de Jesucristo. Queda el Espíritu Santo, pero como todo esto es teología de sobra conocida, no creo que merezca detenerse más en ello. Y tampoco en absoluto es distinto ser Cristiano que Católico: el Católico es un Cristiano que sigue los preceptos de la Iglesia Católica, Apóstólica y Romana. Las otras variantes como el Luteranismo, Evangelismo, Anglicanismo, Ortodoxia, etc.....son iguálmente Cristianos, pero con otros preceptos. No hay un "Cristiano" puro que pueda definirse así a secas, puesto que la unidad Cristiana se rompió con los cismas a través de los siglos. Pero lo que une a todas estas manifestaciones diferentes del Cristianismo es la creencia en la doctrina de Jesucristo (Dios hecho hombre) y de la salvación a través de su Doctrina.
Tampoco es cierto que la jerarquía de la Iglesia Católica forme una Iglesia separada y aparte de la que integran el resto de los fieles. Como ya te dije en otra ocasión, la Iglesia es una: la comunidad de fieles que la integran y que la hacen un templo único consagrado a Dios.
Recuérdense las palabras de Jesucristo: "Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia". En ese momento es cuando se define el significado de Iglesia, cuando por entonces no existían templos ni santuarios dedicados al Cristianismo, ni existía la menor estructura ni jerarquía de Iglesia.
Jesucristo establece la Iglesia como comunidad de creyentes que seguirán su mensaje.
Y por otro lado la jerarquía de la Iglesia (centrémonos en la Católica para entendernos) no sería nada sin la comunidad de fieles que la sustentan y apoyan. Así pués, en algún sentido es válida tu comparación con la democracia: en ella caben todos y cada uno de los ciudadanos de un estado, pero evidéntemente hay personas que ocupan posiciones de mando. Sin embargo ésta (la democracia) debe estar siempre al servicio del pueblo,al que representa. Como tu y yo bien sabemos, este principio se desvirtúa en bastantes ocasiones tanto en la Iglesia como en la democracia.
La gran diferencia es que en la democracia el juez máximo, puede ser un organismo como el tribunal supremo, constitucional, o de la Haya, pero en el Cristianismo, si bien los representantes de la jerarquía de la Iglesia pueden juzgar temporálmente la virtud o no de tus actos; el Juez Supremo es Dios, al cual será verdadéramente al que habrá que rendir cuentas. Y a él las rendiran no solo la comunidad de fieles, sino también los jerarcas y pastores de la Iglesia.

Bien: tu partes de la afirmación de que desde el punto de vista de la Iglesia Católica, el homosexual está en pecado. Si es así y dando por hecho la teoría de que homosexual se nace, éste nacería ya en pecado, pero ésto entra en contradicción con la doctrina de la Iglesia Católica que dice que el único pecado con el que nace el hombre es el pecado original, redimido por el bautismo. Así pués (y esto es una opinión personal mía), no creo que por el hecho de ser homosexual se esté ya en pecado. El pecado se puede achacar a una serie de conductas y comportamientos que tienen una naturaleza pecaminosa, y este concepto se puede aplicar tanto al gay como al heterosexual: la promiscuidad, la infidelidad, el hedonismo, la insolidaridad, el egoismo y la entrega exclusiva a los placeres materiales, el egocentrismo. la impiedad, la blasfemia, etc....... ¡Ojo! Un no creyente puede vivir igualmente en la virtud, si practica los principios de la misma, aunque haya ausencia de Fé.
Incluso admitiendo que la homosexualidad sea en sí pecado, hay diversos grados de estado: alguien que no ambiciona más de lo que dígnamente necesita para vivir, alguien que vive entregado al servicio a los otros, alguien que vive por Amor y no por sexo y deseo, alguien que pelea por la igualdad de oportunidades y de derechos, desde luego no está en la misma situación que el que se entrega al vicio y a los placeres terrenales.
Bueno, como tu dices, a tí no te vale el yo creo,yo opino....etc.
Pero a mí sí, porque negar esa facultad significa negar que Dios haya dado al hombre una conciencia y un libre albedrío.
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ivanespido
Pero, por lo que yo sé, la Iglesia Católica defiende que el homosexual -que para ellos es una opción- vive en pecado si practica sexo con otro hombre o tiene fantasías con el mismo, ¿y eso no lo mencionas?
Maximoo
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ivanespido escribió:Sí, el origen de la religion es la búsqueda espiritual y el contacto de la divinidad con el ser humano. Pero a lo largo de los siglos se ha desvirtuado y pervertido tanto que hoy día las religiones adolecen todas de los mismos defectos: avaricia, sed de poder, riqueza y control sobre los seres humanos, lo que a mis ojos las hace a todas ser una y la misma, a pesar de defender ideas diferentes de Dios..


No son las religiones las que adolecen de defectos, sino quienes las practican, y al tratarse de seres humanos es comprensible (no aceptable) que se dejen llevar por perversiones de la naturaleza humana: avaricia, poder, riqueza, etc....... Pero estos defectos no hay que achacarlos sin más a los creyentes únicamente sino también al resto de personas. Sin embargo yo sí soy de la opinión de que todas las religiones son sustancialmente iguales, no por sus defectos, sino por la búsqueda de la vida a través de Dios (o llámese como corresponda en las distintas religiones). Yo soy Católico, porque he sido educado en la Fé en Dios a traves de la religión Católica.

ivanespido escribió:Creo que el error es considerar a Dios como una idea externa al ser humano. Al hacerlo divino y perfecto lo convierten en inalcanzable a ojos de las personas que vivimos entre nuestros errores y aciertos diarios, y de eso se sirven las religiones orquestadas para controlar a sus fieles. Por eso sus preceptos son limitadores e intimadores, porque al vender la idea de que al pecar se irán al infierno, a los pecadores no les queda más remedio que ponerse en las manos de sus "salvadores" para poder alcanzar los cielos prometidos. Creo, sin embargo, que esa idea del cielo es falsa.



Centrémonos en la idea de Dios, porque discutir sobre el cielo, el pecado y los redentores daría no solo para otro tema, sino para casi un foro.
Yo considero que la situación es jústamente la contraria a la que dices: el Creyente no busca a Dios en lo externo, sino en su interior, puesto que Dios ha hecho al hombre a su imagen y semejanza, es por ello que Dios está presente dentro de él, y al hombre le corresponde buscarlo. Iguálmente creo (y en esto segúramente discreparás de mí) que dentro del hombre está el demonio, y en la lucha para entregarse al uno o al otro considero que está el significado y el fundamento de la vida del hombre en el mundo.

ivanespido escribió: Si te interesa, Maximoo, saber en qué creo, te lo diré (intentaré resumirlo, porque tengo la terrible tendencia a irme por las ramas): creo que el ser humano es de esencia divina. Creo que no somos tan solo materia sino que somos también mente y espíritu, y que el correcto equilibrio entre estas tres dimensiones es la meta final de todo ser humano si quiere llegar a trascender..


Yo creo básicamente lo mismo

ivanespido escribió: Creo que existe un "Dios", pero no un dios paternalista, misericorde o vengador. Creo que Dios, como entidad, es absolutamente neutro, es decir, está totalmente lleno de amor. Creo que es una forma absoluta de energía que lo abarca y comprende todo y que, por tanto, nosotros también somos Dios, y en esa dualidad divinidad-individuo, tenemos plena libertad para experimentar todo aquello que deseemos experimentar: una verdad física y corpórea, inmaterial, pura energía... Todo aquello que deseemos o necesitemos experimentar. Y que eso lo elegimos libremente, día a día..



Creo que no puede haber mayor similitud con lo que yo pienso. Lo que ocurre es que esa libertad para experimentar nos puede llevar a cometer actos intrínsecamente malos, que nos alejan de Dios.

ivanespido escribió:Creo que llegamos a este mundo porque hemos elegido llegar a él. NO por una determinada ley kármica, sino porque libremente, una vez desprendidos del cuerpo físico que alberga nuestra alma, elegimos volver a este u otro mundo para aprender las lecciones que nos quedaron pendientes en la vida anterior. Y en esa rueda estamos hasta que tenemos bastante. Creo que lo principal es escuchar al corazón, no a la mente. El corazón, a pesar de que su mensaje aterre a veces, siempre tiene razón y nos lleva por el camino del aprendizaje que nos es más necesario.



Coincido contigo en que lo fundamental no es la mente, y no hay que dejarse llevar principálmente por ella, sino por lo que realmente es importante y lo que debe guiar nuestros actos: tú lo llamas corazón, yo lo llamo Alma.
Ahora piensa en cuantas veces, por cuantas personas, y por cuantas razones cada día vendemos ese Alma. La mayoría de las veces por simples bienes o satisfacciones materiales que no valen ni un ápice del precio que pagamos por ellos. Y siendo el Alma un don tan valioso (el más valioso para mí, y creo que para tí) ¿no deberíamos cuidarla más y procurar no matarla hasta el extremo de perderla complétamente a través de esos mordiscos con la que la socavamos, llamados "pecados"?

ivanespido escribió:Creo, por tanto, que como esencia vital y energética, el ser individual tiene la posibilidad de trascender este estado de la materia y elevarse a diferentes dimensiones, alcanzando por último el origen primero, es decir: integrarse con esa naturaleza llamada "Dios".



Te parecerá asombroso, en incluso poco creible, pero esa es la razon de ser del Cristiansimo, y pienso (aunque no lo certifico, porque apenas las conozco) también de las otras religiones.

ivanespido escribió:No creo que exista nada capaz de ser etiquetado como "bueno" ni como "malo" pues como tal, todas las cosas las elegimos para nuestra vida por la lección que podemos aprender de ellas. No creo que exista un cielo ni un infierno, sino un equilibrio. No creo, entonces, en la idea del pecado, porque la naturaleza divina de cada persona considera necesaria para ella todo acontecimiento sucedido en su vida, y espera aprender la lección derivada de ello.

Creo que el mayor error del ser humano es alejarse de esa naturaleza divina, que nos aporta respeto y amor sobre todos los demás, y una mayor compresión sobre nosotros mismos. Si hacemos caso de la idea de ese Dios creador/castigador que nos quieren vender diversas religiones, estamos considerando a Dios como algo ajeno a nosotros, y por tanto inalcanzable. Nos estamos poniendo por debajo de él/ella/ello, nos consideramos inferiores, indignos -en todas sus infinitas variaciones- y nos negamos por tanto la posibilidad de crecer.

No creo que exista una persona por encima de otra, pues nuestra naturaleza es la misma en todos los casos. La única diferencia puede estar en la consciencia de cada uno sobre sí mismo, pero creo que una persona consciente de su naturaleza divina jamás se otorgaría la capacidad de juzgar o perdonar a otra persona. No creo en la idea del perdón. Perdonar a alguien significa considerar que ha cometido algo erróneo, es ponerse por encima del otro moralmente, y no creo que eso sea posible. Por tanto, la idea de la confesión, de la contricción o de la bula papal me parecen precisamente eso, unos bulos. No creo en el propósito de enmienda (eso responde a un prejuicio sobre uno mismo) sino en las lecciones aprendidas.



Yo sin embargo, sí creo en el perdón, cuando el arrepentimiento es sincero, pero el perdón de Dios está a otro nivel que el humano, aunque este último participa de la naturaleza del primero.

ivanespido escribió: Por eso creo que existe una gran diferencia entre una persona religiosa y una persona espiritual, sin menospreciar a ninguna de las dos. La persona religiosa considera a Dios como algo ajeno a ella e intenta acercarse a la divinidad siguiendo una serie de normas o preceptos establecidos por otras personas como ella (y por tanto con la misma capacidad para establecer normas y preceptos). La persona espiritual busca dentro de ella misma, pues sabe que la respuesta será exactamente la misma que fuera, y por tanto establece sus propias normas respetando siempre sus propios límites. Si la intención es crecer, como seres humanos hemos de ir superando poco a poco los diferentes límites que nos hemos impuesto por el camino (sociales, familiares, personales...), y por tanto hay que respetar esos límites hasta que se esté preparado para dar el siguiente paso y superarlos.


Bueno, contrastadas nuestras opiniones, a mí no me parece ver excesiva diferencia entre una persona religiosa y una persona espiritual, salvo la que marquen los prejuicios de cada uno.
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Maximoo
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ivanespido escribió:Pero, por lo que yo sé, la Iglesia Católica defiende que el homosexual -que para ellos es una opción- vive en pecado si practica sexo con otro hombre o tiene fantasías con el mismo, ¿y eso no lo mencionas?


El mismo pecado que comete uno de los miembros de una pareja hetero (ya sean novios o marido y mujer) si practica el sexo o tiene pensamientos con otro. Yo creo que cuando hay amor entre homosexuales o lesbianas (¿porqué hablamos siempre de hombres?), si ese amor es correspondido y se vive entragándolo a los demás, el pecado está lejano.
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ivanespido
Claro, Maximoo, pero eso es lo que crees tú, personalmente, y me parece perfecto y además totalmente lógico: si Dios es amor, y la relación entre dos personas (sean del sexo que sean) es amor igualmente, ¿cómo podría ser considerada pecado? Sin embargo la Iglesia Católica lo considera pecado, y por tanto a sus ojos, por mucho que comulgues y te arrepientas (pero claro, ¿cómo se puede uno arrepentir de un acto hecho con amor?) seguirás siendo pecador a sus ojos. Es por eso por lo que no puedo entender a un homosexual dentro de las filas católicas, es un eterno "sí, pero no..." donde la Iglesia juega el papel de padre castigador, pero a la vez siempre con los brazos abiertos, una actitud que me parece falsa y, llegando al límite, hasta perversa.

No se puede jugar a un juego sin respetar sus reglas, y ser católico sin aceptar su norma no es ser católico, es adaptar la norma a la situación de cada uno, cosa que me parece perfectamente respetable, pero no es ser católico.
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Idamante
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Maximoo escribió:Y te expongo como tal que Dios y Jesucristo no tienen nada en absoluto de distintos: son la misma persona.


Creo que aquí ha habido una equivocación y seguramente he contribuido yo a ella por no explicarme correctamente. Cuando digo que Dios es una cosa y que Jesucristo es otra, no quiero decir que no tengan relación alguna entre ellos, puesto que todos sabemos del misterio de la trinidad, del envío del hijo por parte del padre para redimirnos de nuestros pecados, etc. etc. Lo que quiero decir es que, en términos de este debate, no conviene mezclar a Dios con Jesucristo, sobre todo cuando nos ponemos a hacer citas un poco sin ton ni son. El comienzo de mi mensaje era un intento de reclamar un poco de orden en los comentarios, porque se tienden a mezclar unas cosas con otras y las respuestas, al margen de que se hacen muy largas, se complican por mil vericuetos.

Y en cuanto a lo de la Iglesia Católica y demás asuntos, es preferible no entrar porque nos eternizaríamos en un debate que no conduce, sinceramente, a ningún lado bueno, salvo encastillarse cada cual en sus posturas y llegar verbalmente a las manos. Lo cual, todo sea dicho, no es nada recomendable.
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