Lo que querían conseguir, desde luego, ya lo han obtenido: que se hable de ellos, no sé si como colectivo o como artífices del calendario. Y para que hablen de uno, nada hay tan fácil como tratar o tocar temas que a otros ofenden.
Yo no me planteo tales cuestiones, porque no consigo ir más allá del horror que me produce esa estética tan cutre que manejan los autores del calendario.
Yo no me planteo tales cuestiones, porque no consigo ir más allá del horror que me produce esa estética tan cutre que manejan los autores del calendario.