El papa Benedicto XVI, condenó ayer el matrimonio entre parejas homosexuales en su discurso anual ante los embajadores en el Vaticano
El papa Benedicto XVI volvió a condenar el matrimonio entre personas homosexuales, esta vez en el discurso anual frente al cuerpo diplomático del Vaticano en el día 9 de enero, y se encargó de bregar por “los derechos de los católicos”, obviando claramente los Derechos Humanos y Fundamentales de las personas homosexuales, pero exigiendo se les permita a los católicos discriminar en función de su "libertad religiosa", ya que se "sienten perseguidos".
El papa Benedicto XVI volvió a cargar literalmente contra el matrimonio entre personas homosexuales al pronunciarse de esta manera, "Más allá de que el conducir a los jóvenes a un conocimiento pleno de la realidad sea un objetivo claro, la educación necesita un contexto. Entre ellos está, sobre todo, la familia, fundada sobre el matrimonio de un hombre y una mujer. No se trata de una mera convención social, sino la célula fundamental de toda sociedad. Por lo tanto, las políticas que dañan a la familia amenazan la dignidad humana y el futuro mismo de la humanidad", dijo.
Esto se dió en el marco del ya tradicional discurso anual ante el cuerpo diplomático del Vaticano, pero no conforme con seguir con su política contraria a los Derechos Humanos y Fundamentales para con las personas homosexuales, continuó mostrándose contrario a las leyes de aborto "por motivos de conveniencia o motivos médicos discutibles".
Lo más contradictorio de su discurso fue cuando Benedicto se refirió a la libertad religiosa como "el primero de los derechos humanos y que con frecuencia es limitado o ridiculizado [...] En un número considerable de países los cristianos están siendo privados de sus derechos fundamentales y están siendo aislados de la vida pública".
"En otras partes del mundo -continuó- se dan políticas que marginan a la religión de la vida social, como si fuera una fuente de intolerancia, en lugar de una contribución a la educación y el respeto de la dignidad humana, la justicia y la paz".
El Obispo de Roma parece olvidar que justamente son ellos quienes niegan los Derechos Humanos y Fundamentales amparándose falsamente en un derecho como lo es la libertad de culto para cercenar otros derechos que no son menos importantes, hablando de justicia y de paz, cuando precisamente en sus discursos hace todo lo contrario haciendo apología de la homofóbia y arengando al odio hacia las personas LGBT, lesbianas, gays, bisexuales y trans (travestis, transexuales, transgéneros).[/font]